miércoles, 5 de diciembre de 2007

C'était un rendez-vous

Como gran aficionado a los coches, siempre me he quedado embobado delante de la tele cuando se daba una buena persecución. Hay algunas míticas en el mundo del cine, unas más modernas, y otras más antiguas, pero todas tienen algo especial: desde la espectacular persecución por las calles de París en "Ronin", a la magia de un pequeño Mini haciendo diabluras en "El mito de Bourne", pasando por los botes que da Steve McQueen a toda velocidad por las calles de San Francisco en su Ford Mustang en "Bullit".

Pero por encima de todas éstas, se encuentra “C'était un rendez-vous”. Y las supera por una sencilla razón: todo lo que ocurre en los 8 minutos largos que dura es completamente real. Rodada en 1976 por Claude Lelouch, consta de una única toma, valiéndose de una cámara colocada en el frontal de su coche, un Mercedes (aunque durante años se creyó que era un Ferrari, ya que sustituyó el sonido del motor que se escucha para dar una mayor sensación de velocidad), con el que recorre a toda velocidad el centro de París al amanecer.

Aquí podéis ver esta visita guiada a París un tanto apresurada :



Como curiosidad, decir que en los 7 minutos y 57 segundos que dura el corto, se recorren 10.42 kilométros, lo que da una velocidad media de 78.64 km/h en pleno París, lo cual es bastante teniendo en cuenta que no se cortaron calles para el rodaje, ni nada por el estilo. La ruta que se sigue la podéis ver aquí.


Y por supuesto, cuando se descubrió el pastel Lelouch fue arrestado por conducción temeraria, aunque los cargos no llegaron luego a nada.

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