martes, 26 de febrero de 2008

Una de castings

Hoy en día, todas las cadenas tienen su reality show. Vamos, que si no lo tienes, no se puede decir que eres televisión: es eso, y el retransmitir las campanadas las condiciones mínimas para cualquier canal de televisión.

El caso es que por fin se han dado cuenta de que en realidad mola son los castings, y han parido programas chorras como "Tienes talento" en Cuatro, y "Tienes talento 2" en Telecinco. Porque a ver, una vez que los castings terminan, ¿qué necesidad hay de continuar con el programa? Sí, hombre, sí, hacedme caso, señores directivos de televisión y creativos de las cadenas, que lo bueno es ver a la gente haciendo el ridículo, y no lo otro.

¿Ejemplos de programas que no tenían sentido más allá de las pruebas de selección? Todos los del mundo, aunque hay dos que me gustaría destacar. El primero es factor X. Ese "pedazo" de programa del que nadie recuerda quien lo ganó (fue Massiel, ¿verdad?), ni si ha conseguido el premio que prometían (grabar un disco... como si no grabara yo cds todos los días), pero del que sí se recuerda a la friki que salió en el casting. ¿No sabéis de quién habló? Haz memoria, y ponte el cinturón...



Otro ejemplo, supermodelo. Porque todas estas chavalitas desfilando pondrán palote a más de un viejo verde (y alguno no tan viejo) con sus contoneos en la pasarela y sus posados en ropa interior, pero el programa es soporífero hasta el extremo. Pero, ¿y lo entretenidos que son los castings? Madres castigadoras, que muchas veces no reconocen que sus hijas son auténticos callos, petardas que se creen supermodelos porque sus contactos del messenger son una cuadrilla de babosos que la tienen en un altar, o sabe dios porqué... Lo mejor de cada casa, vamos.



Si total, al final todas estas mujercitas terminaran como modelos en del catálogo del Venca, o peor, inaugurando la frutería de su barrio...

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