viernes, 25 de abril de 2008

Al imbécil de ayer

Ayer utilicé un artículo de Arturo Pérez-Reverte en el que le enviaba una hipotética carta a todos los imbéciles que juegan con sus vidas, y lo que es peor, con la de los demás, cuando cogen su coche. El caso es que, pensándolo bien, el hecho de remitirles una carta, o escribir un artículo, en sí no tiene mucho sentido, si lo que se quiere es concienciar a dichos cafres: o, como seres unineuronales, no van a llegar a leer jamás algo que tenga más de tres líneas y no tenga en la primera frase la palabra "Alonso", o simplemente, si llegan a leerlo, esbocen una sonrisa y se reconozcan orgullosamente como imbéciles que son.

Por eso, como cada vez hay más, y son a la vez más jóvenes, para aquellos que pertenecen ya a la "generación YouTube", quizás el ver lo que pasa cuando chocan dos coches de frente a una velocidad de unos 100 km/h cada uno, que bien podría ser la velocidad de impacto en el caso de que en autovía un coche se salte la mediana e invada el carril contrario, o lo que pasaría al intentar un adelantamiento temerario en una vía de doble sentido, le abra los ojos.

(Lo interesante del vídeo está alrededor del minuto 2:45)





A ver si aprenden, coño.

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