Como comentaba en la última entrada sobre publicidad creativa, y más concretamente de guerrilla, la ciudad puede ser el perfecto lugar para conseguir buenos resultados con campañas publicitarias ciertamente modestas, al concentrar a un gran público en un limitado espacio. Pero llevando este espíritu a lugares algo más apartados, también se puede conseguir el objetivo de llamar la atención para la marca que te está pagando.
Por ejemplo, pintando en un sitio muy concreto la marca de tu cliente, puedes conseguir el efecto de las ya legendarias campañas publicitarias de compresas en las que un líquido azul era el protagonista, dando a entender que tu producto puede encargarse de neutralizar menstruaciones de tamaños monstruosos...
También se pueden colocar en las afueras anuncios que no cabrían en el centro de la ciudad, demostrando las principales características de tus productos.
Y este último puede que sea el que mejor ha buscado a los clientes, allá donde estén. Y es que es sabido que los esquiadores necesitan de su coche para dar satisfacción al "mono" de nieve que les invade en cuanto llega el frío, y que mejor que un todoterreno para llegar a las pistas...
martes, 22 de julio de 2008
Publicidad creativa (VI)
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