Como comentaba en otra ocasión, si vives en una ciudad, no das dos pasos sin ver un anuncio, ya sea en una valla publicitaria, ya sea en un cartelón en lo alto de un edificio, ya sea en un autobús. Estamos acostumbrados a este tipo de publicidad, y normalmente casi no llama la atención.
En el caso concreto de los autobuses, hace un porrón de años que llevan carteles con anuncios, y de un tiempo a esta parte, también utilizan vinilos que decoran prácticamente el autobús entero. Pero estos anuncios son tan anodinos, que en la mayoría de las ocasiones pasan desapercibidos.
No siempre tiene que ser así, por supuesto. Con un poco de maña e imaginación, podemos hacer de un autobús una original y llamativa valla publicitaria que sorprenda y a la vez, cumpla a la perfección su cometido. Como es este par de ejemplos. En el primero, la rueda de se convierte en el disco que un DJ “scratchea”.
Y se puede ir mucho más allá, como este original anuncio del canal de televisión de “National Geographic”, con el que un simple autobús se convierte en un gigantesco tiburón blanco devorador de gente.
Y es que con un poco de imaginación, la cosa más normal puede ser el soporte perfecto para transmitir un mensaje.
lunes, 3 de marzo de 2008
Publicidad creativa (I)
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