A vueltas con los nombres

Hay que ver lo importante que puede ser el nombre para causar una buena impresión. Escuchas uno como el de Charlize Theron, y solo por como suena, ya te parece que va a ser un bellezón (como en realidad es). En cambio, escuchas Benicio del Toro, y el primer pensamiento que te viene a la cabeza es algo como: ¡Madre mía, que patada en la boca tienes, Benicio del Toro!

Salvando las distancias, escoger el nombre para un nuevo modelo de automóvil también es bastante importante, tanto a la hora de poder venderlo, como para que a su propietario no se le chotee el personal. Y es que hay ejemplos de nombres de coches mal elegidos para dar y vender. Este de aquí, mismamente, es el Kia Borrego: nombre que si le pones el acento donde no es, se convierte en Zaragoza y alrededores en casi un grito de guerra: Kiááááá, borregoooo!!!


Un clásico de esto de los nombres mal escogidos, y al que de alguna manera se le dio solución, es el del Mitsubishi Pajero, conocido por estos lares como Mitsubishi Montero. Y es que a nadie le gusta que el nombre de su coche le defina como un onanista compulsivo. Siguiendo con la escatología, nos encontramos con el Lexus LF-A, apellido éste que si se coge a modo de escritura de SMS, está muy relacionado con el Pajero, ¿verdad?


Para terminar con este breve repaso, otro que también definía a una marca entera, y es que Fiat escogió como nombre para uno de sus modelo “Marea”, que si bien cogido por el lado “marítimo” no es nada del otro mundo, también puede sugerir que se necesita un palé de biodramina antes de cogerlo para hacer cualquier desplazamiento.